Es en otoño cuando se despiertan sentimientos de nostalgia para algunos, pero para otros el deseo de disfrutar a pleno de una época distinta. El encanto que tiene el crujir de las hojas bajo las ruedas de la bici en un sendero es algo incomparable. En mi caso particular, es una estación del año en que me gusta hacer las pedaleadas más largas, pero sin compañía. Para muchos no tiene demasiado sentido pasarse largas horas arriba de su bici sin la compañía de sus colegas, pero a otros nos invade un gran sentimiento de libertad y tranquilidad. Son esos momentos en que uno se encuentra a si mismo, en que encuentra la verdadera razón por la que decidió ser biker. Es en esos momentos en que uno se da cuenta que va a seguir pedaleando por el resto de su vida. Es volver a la esencia pura del Mountain Bike. Nuestro deporte es asi, uno de los pocos que nos ofrece la posibilidad de disfrutarlo en la manera que deseamos y con múltiples satisfacciones, ya sea de manera grupal ó en solitario. Posiblemente esa sea una de las razones por la que lo elegimos.
Tenemos la gran suerte de vivir en una provincia que nos permite entrenar casi en la totalidad del año, y a su vez nuestro Valle de Calamuchita, tiene un gran colorido en otoño. Hay muchos lugares que son muy atractivos, pero hay uno que se destaca por encima del resto a la hora de pedalear en otoño y del que pronto estaremos hablando tanto en este espacio como en nuestro sitio web www.mauribikes.com.ar, en la sección "Lugares Recomendados". Pero mientras tanto sigamos disfrutando de ésta estación, porque muy pronto nos estará invadiendo el invierno!
