De Collages |
Hasta aquí parece estar todo en orden, pero no sé si realmente alguien se detuvo a pensar cuál es el rumbo que lleva nuestro deporte. Todo crecimiento genera cambios, buenos y malos. Cuando un árbol crece, necesita un tutor para crecer derecho. Creo que el Mountain Bike todavía no encontró su tutor.
Hay dos cuestiones importantes para analizar: los corredores y las organizaciones. Empezando por los primeros, el gran aumento de participantes ha sido de personas que recién se inician, lo cual es muy alentador; pero tambien creo que este ha sido uno de los mejores años en cuanto a premiación para aquellos que vienen sacrificándose y dedicándose con mucho ahínco desde hace años ó para las nuevas figuras que están surgiendo. El nivel competitivo ha subido notablemente y quienes deseen estar en los puestos de cabeza, deben entrenarse a conciencia y profesionalizarse, sino no pueden mantenerse en ese selecto grupo. Estas figuras son admiradas por muchos y son los referentes a nivel nacional, para bien y para mal. ¿Por qué digo esto? Porque son quienes a través de su ejemplo van a afectar a las futuras generaciones de ciclistas que tengamos en nuestro país. Ojalá que corredores de la talla de Catriel Soto, Ignacio Gili, Luciano Caraccioli, Juan Pablo Pereyra, "Palito" Macías, Gabriel Facchin, Darío Gasco, Noelia Rodriguez, Paula Quiroz, Leila Luque y podríamos
seguir nombrando muchos más;se den cuenta de la importancia de esto. Porque la cuestión es la siguiente: ¿Tienen bien claros sus principios y valores personales? ¿Tienen claro qué es más importante? ¿Su trayectoria como deportistas ó una buena premiación en efectivo? Fue muy comentada la carrera del Desafío al Camino Real (Villa del Totoral) por la abultada premiación, pero más por la gran tensión y especulación en los grupos de cabeza, ya que casi todos estaban pendientes del dinero. Estoy totalmente a favor de que quienes se esforzaron y progresaron en el deporte puedan ser recompensados con buenos premios. Lo que no voy aceptar nunca, es que se pierda el respeto por los demás competidores, el juego limpio, los códigos de caballerosidad, el respeto hacia el público y los organizadores y; sobre todo la humildad. Esto es válido para quienes sean figuras ó no. No debemos dejar que éste crecimiento nos maree y termine importando más un puesto ó un puñado de pesos, que las personas que están pedaleando junto a nosotros.
Otro punto que no comparto es el hecho de que se libere de la inscripción a ciertos corredores de renombre por el solo hecho de ser "X corredor", incluso algunos lo ponen como condición para participar en los eventos donde son invitados. Sé que a muchos les va a molestar esta opinión, pero debo ser sincero. No me parece justo para los demás inscriptos, mucho menos sabiendo que los corredores liberados son casi con total seguridad quienes se llevan la premiación en efectivo. Me parece una falta de ética y una actitud egoísta. Creo que quienes hoy tienen la responsabilidad de ser referentes, no deberían pensar solamente en sus propios intereses sino también en nuestro deporte en general y contribuir con buenos ejemplos.
Otro tema que desgraciadamente está empezando a empañar esta gran etapa del ciclismo de montaña en Argentina son los rumores de que habría corredores que utilizan sustancias prohibidas para competir. Si, están leyendo bien ¿Por qué nadie denuncia nada? Creo que porque nadie tiene la certeza de ésto. Hoy en día hablar de doping en el mountain bike en Argentina, es como hablar de Dios ó el diablo. Muchos pueden asegurar que existe y otros que no, pero nadie sabe a ciencia cierta cuál es la verdad. Y si no hay certezas... ¿Eso nos da derecho a calumniar a todo aquel esté en el pelotón de punta? Creo que no. Supongo que cada uno de nosotros hace un análisis de cuáles son los NO NEGOCIABLES y actúa en consecuencia. En mi caso, amo profundamente este deporte y me he jurado jamás incurrir en este tipo de actos, por una simple razón: prefiero mil veces perderme en el anonimato antes que ser recordado por doping. No le provocaría esa vergüenza ni a mi familia ni al mountain bike.
Por último, en lo que respecta a los organizadores, creo que mucha gente se ha animado a presentar nuevas propuestas y eso es buenísimo. Debo volver a citar a los organizadores del Desafío Camino Real, ya que han arrancado con el pie derecho y a paso firme. Tambien debo felicitar a Eduardo Medina y a toda su gente por la organización impecable de la Edición 2010 del Rally de Mountain Bike de Santa Rosa de Calamuchita, que
viene creciendo a un promedio cercano a los 100 corredores por año, y repartió muy buenos premios en efectivo con casi 400 inscriptos. La nota negativa fue para muchos el costo un tanto excesivo de la inscripción
de la Revancha al Río Pinto 2010 ($250). Los organizadores no deben olvidar, que si bien hay carreras que ya tienen su lugar ganado en el calendario nacional, quienes las pueden llevar a lo más alto ó todo lo contrario son los corredores. Es por eso que deben estar atentos a los cambios y no confiarse tanto. Pueden caer en el eterno error de creer que el éxito es eterno. Muchas organizaciones de todo tipo han sucumbido por dormirse en los laureles. Muchos alcanzaron la cima y se desplomaron por olvidarse de sus orígenes y no ser agradecidos con quienes los pusieron en ese lugar tan privilegiado.
Todavía queda tela para cortar de este 2010 y veremos cómo se presenta el próximo año, que seguramente será otro año más de crecimiento; y ojalá ya empecemos a transitar un camino de maduración en el mountain bike; para que todos podamos seguir disfrutando de esta actividad por muchos años más.